A veces soy, margarita veraniega
Que entre pétalo y pétalo
Busca una respuesta afirmativa en el amor.
Otras veces he sido flor de un día
despierto como un capullo sonrosado,
que a mitad de la mañana se abre para abrazar el inmenso cielo,
y entre caricia y caricia del día decadente,
cae la tarde y con ella mis pétalos,
dejando mi aridez pálida
camuflada entre el verdor de la naturaleza.
Hay días que me levanto como esa florecita esponjosa
que soplan los niños para pedir deseos,
y si tengo suerte,
alguien derrama su vaho misterioso sobre mí
haciendo que pueda volar en pedacitos
que a mitad de la mañana se abre para abrazar el inmenso cielo,
y entre caricia y caricia del día decadente,
cae la tarde y con ella mis pétalos,
dejando mi aridez pálida
camuflada entre el verdor de la naturaleza.
Hay días que me levanto como esa florecita esponjosa
que soplan los niños para pedir deseos,
y si tengo suerte,
alguien derrama su vaho misterioso sobre mí
haciendo que pueda volar en pedacitos
de la mano del viento.
En otros más primaverales,
soy orquídea escasa y erótica
llena de pliegues abiertos y violetas
con un toque de sensualidad
que hace alusión a la feminidad que me gobierna.
A veces soy un girasol grande y brillante
mirando cara a cara al astro rey.
Otras, placida flor de loto que aún en el pantano
puede ser hermosa y serena.
Hay días en que esencialmente romántica,
me vuelvo un jardín de aquellas
que fueron nombradas con cursilería y ternura,
mientras me lleno de pensamientos, besos, ojos de poeta
cortejos, novios, aromas y cunas de venus.
En ocasiones logro ser rosa de matices infinitos
pura como las blancas
apasionada como las rojas
romántica como las rosadas
amistosa como las amarillas
y hasta única y mitológica como las negras.
Y como todas ellas,
guardo mis perfumes en el interior,
abrazados por sutiles y delicados pétalos
que en la noche despliegan el aroma
de los jazmines que llevo dentro
Así una y otras veces,
quiero ser ese jardín indómito
que crece y se despliega a sus anchas
para que tú, picaflor innato
puedas encontrarlas a todas en mí.
@karlisjar
En otros más primaverales,
soy orquídea escasa y erótica
llena de pliegues abiertos y violetas
con un toque de sensualidad
que hace alusión a la feminidad que me gobierna.
A veces soy un girasol grande y brillante
mirando cara a cara al astro rey.
Otras, placida flor de loto que aún en el pantano
puede ser hermosa y serena.
Hay días en que esencialmente romántica,
me vuelvo un jardín de aquellas
que fueron nombradas con cursilería y ternura,
mientras me lleno de pensamientos, besos, ojos de poeta
cortejos, novios, aromas y cunas de venus.
En ocasiones logro ser rosa de matices infinitos
pura como las blancas
apasionada como las rojas
romántica como las rosadas
amistosa como las amarillas
y hasta única y mitológica como las negras.
Y como todas ellas,
guardo mis perfumes en el interior,
abrazados por sutiles y delicados pétalos
que en la noche despliegan el aroma
de los jazmines que llevo dentro
Así una y otras veces,
quiero ser ese jardín indómito
que crece y se despliega a sus anchas
para que tú, picaflor innato
puedas encontrarlas a todas en mí.
@karlisjar
Es tan bonito leerte, siempre tan.. dulce, etérea, natural. Lo agradezco porque me has suavizado un poco el corazón justo en el momento preciso.
ResponderEliminarMuy bello escrito. Hay un paraíso palpitando en ti.
Muchas gracias es lindo saber que siempre cuento con tus ojos como cómplice feliz de la palabra. ¡Gracias por tus ojos!
EliminarMe ha encantado este poema. Y tiene un toque tan picarillo y encantador al final...
ResponderEliminarAdoro las flores y verte convertida en todas ellas a través de tu mágica pluma ha sido todo un deleite.
¡Todas las flores (y yo, una más, la lavanda...) te aplaudimos!
¡Qué linda! Hasta aquí llegaron tus aromas perfumando todo lo que encontraron a su paso. Que sigas abriendo tus pétalos fuertemente a la vida para deleitarnos a todos con los colores de tu existencia.
Eliminar¡Besos!